En el corazón de Ramos Mejía, a un tiro de piedra de Buenos Aires, nació un chico llamado Gonzalo Julián Conde. Hoy, el mundo lo conoce como Bizarrap, el mago detrás de las BZRP Music Sessions que están redefiniendo el panorama musical latino.
Los primeros frees en el barrio.
A los 14 años, cuando la mayoría de los adolescentes se preocupaban por los exámenes y los primeros amores, Gonzalo ya estaba escupiendo rimas en los parques de su ciudad. Pero no solo era el rap lo que le movía; sus oídos estaban sintonizados con los ritmos electrónicos de Tiesto, Paul Van Dyk y David Guetta. Esta mezcla ecléctica sería la semilla de su futura “revolución musical».
Del marketing a la mesa de mezclas.
La vida de Bizarrap dio un giro inesperado al cumplir los 18. Mientras estudiaba marketing, se coló en las oficinas de Warner, donde aprendió los entresijos de la producción musical de alto vuelo. Dos años después, decidió que era hora de volar solo.
La fórmula mágica: Las BZRP Sessions.
Su idea era tan simple como brillante: reunir a artistas del freestyle y del rap para grabar sesiones únicas. Lo que comenzó como un experimento local en Argentina pronto se convirtió en un fenómeno viral. El punto de inflexión llegó en 2019 con una sesión junto a Nicki Nicole que explotó en las redes.
De ahí en adelante, Bizarrap se catapultó a la estratosfera musical, produciendo hits con pesos pesados como Anuel AA, Nicky Jam y Eladio Carrión. Pero fue su colaboración con Shakira la que lo llevó a otro nivel, rompiendo nada menos que 4 récords Guinness.
El misterio detrás de su imagen.
Bizarrap ha cultivado una imagen enigmática, ocultando su rostro tras unas gafas de esquiar y una gorra con las letras BZRP. Según él, es una mezcla de timidez y el deseo de que lo conozcan por su música, no por su cara. Aunque, seamos honestos, también le facilita pasear tranquilo por la calle.
¿Qué hay detrás de las gafas?
La esencia de Bizarrap, a parte de en su imagen, está en su capacidad para hacer beats pegadizos y comerciales que hacen bailar a millones.
Una buena estrategia
De Gonzalo a Bizarrap, de Ramos Mejía al mundo, la historia de este productor argentino es un testimonio de cómo la pasión, la innovación, el conocimiento sobre negocio musical y sobre marca personal pueden conquistar la industria musical global.
Desde que estudió marketing, elaboró su estrategia y su marca para llegar desde el underground al mainstream y le ha funcionado muy bien hasta el momento. Es un ejemplo de cómo un artista puede llegar a conseguir grandes cosas si tiene conocimientos de todos los aspectos de la industria de la música.
El fenómeno continúa: Young Miko y más allá.
Su más reciente creación, la BZRP Music Session 58 con Young Miko, es prueba de que el toque de Midas de Bizarrap sigue intacto. En solo dos semanas, ya acumula más de 48 millones de reproducciones y ha encendido las redes sociales.