Casi tres décadas después de sacudir el panorama cinematográfico, «La Haine» («El odio») vuelve a la vida como un musical de Hip-hop. La crudeza de los suburbios parisinos, que Mathieu Kassovitz plasmó en blanco y negro en 1995, ahora resonará con ritmos urbanos en los teatros franceses.
La reciente muerte del joven Nahel Merzouk a manos de la policía parece un eco sombrío del desenlace de la película, recordándonos que las tensiones sociales siguen latentes.
Sin embargo, el nuevo espectáculo no busca señalar culpables, sino proponer soluciones. «Creemos que la respuesta es el amor», afirma el director, explicando el giro optimista del musical.
Diop, quien interpreta a Hubert, destaca el cariño que permea incluso en los barrios más duros: «De lo contrario, todos nos estaríamos disparando». Esta camaradería, presente en la película original, se amplifica en el musical.
El espectáculo fusiona danza, cine, rap y teatro en vivo. “Estamos tratando de juntar las cosas de una manera artística, pero no demasiado bonita”.
“Nos gusta la materia prima que tenemos con el breakdance, con el rap”, dijo. “El espectáculo es bastante crudo. Queremos buscar un equilibrio entre lo artístico y lo auténtico”.
«La Haine: Hasta ahora, nada ha cambiado» promete ser más que una adaptación; es una reinvención que busca no solo entretener, sino inspirar un cambio social positivo a través del arte y la música.